Escritores Creativos Comuna Mujer seis
Susi
Nueve años: jugando mancha, escondida, subiendo a los árboles en el balneario, bicicleta todo el día. Cuando llovía, jugábamos con las primas a las peluqueras, a tomar el té, a las visitas ¡y los disfraces!.. Me paseaba por la calle, de tacos, sombrero, capa de zorro llena de polillas, que me prestaba la vecina de mi tía.
También
éramos muy buenas madres (de muñecas de peluche, un bebé de goma, un mono y
además, vestíamos a la gata)
Un
día mis padres se fueron a Buenos Aires por unos días y quedamos con mi tía, pasamos
bárbaro, pero mi madre lloraba porque nos extrañaba.
Cuando
regresaron, todos corrimos a ver los regalos: mi hermana y su primera caída de
los patines, mi hermano pegando a todos con guantes de box, mis primos jugando con
una pelota. De pronto llega mi madre con una caja enorme ¡Es tuya! Me dijo
papá. La abrí con mucho trabajo mientras todos estaban expectantes a mi
alrededor: ¡Una muñeca que camina! Grité. Tenía los ojos celestes que abría y
cerraba, pero era tan grande que apenas la podía sostener; tenía los brazos y
las piernas duras, al momento se llamó “Marmota”.
Recuerdo
siempre la sensación que sentí al ver aquel mastodonte sin gracia, parecía
Alicia en el País de las Maravillas, me faltaba el conejo, las tazas y los
guantes.
La
vi tan artificial, tan grande a mi edad que me pareció un monstruo. “Marmota” siguió
por años en casa, hasta que la regalé a
una nena que quedó encantada.
Ahora
me pregunto si la marmota no era yo…
Espectacular!!! Arriba esa escritora
ResponderEliminarEspectacular!!! Arriba esa escritora
ResponderEliminar