LA
INSPIRACIÓN
Nahomi Soldevila
La mañana estaba tranquila, había sido mi decisión estar en aquella cabaña que
tanto me gustaba, alejada de todo ruido
y de la rutina.
La idea era
seguir escribiendo y que aquellas hojas
en blanco, no me reprocharan más mi
falta de inspiración.
Mi teléfono se encontraba fuera del alcance de toda
señal y eso no me molestaba, al
contrario, sería una buena excusa para no oír el apuro de mi representante.
Mi máquina de escribir, frente a la ventada, esperando un gran avance, me acompañaba en aquel paisaje de árboles
amarillentos y pastos cubierto por miles de hojas.
Estaba
por levantar los restos del desayuno y al mirar hacia lo que hacía minutos era una
hermosa postal campestre me di cuenta que todo había cambiado.
El cielo se estaba tornando oscuro, el viento
desnudaba los árboles desprevenidos, la lluvia
se hacía abundante.
No era
normal, mi miedo se disparó y mi pánico
estaba conmigo.
Quizás
había elegido el momento menos indicado para estar tan aislada.
Una sombra
masculina se dirigía hacia mi
refugio cubierto para protegerse del agua, la energía al igual que
mi alma se desconectaron, ¿quién sería? ¿Qué quería?
La puerta
sonó con violentos golpes, temblando me dirigí a ella Y abrirla era la opción elegida para afrontar
lo que pasaría.
En segundos,
pensé miles de opciones, pero en ese momento, todo interiormente, se volvió oscuro como aquella
tormenta y ya no sentí nada.
Estaba
levantando los restos del desayuno
cuando esta idea se apodero de mí, me di cuenta que había pasado el
tiempo. La radio estaba encendida, entonces se me ocurrió algo para
escribir....
No hay comentarios:
Publicar un comentario