Escritores
Creativos Biblioteca Ernesto Herrera
Personajes de mi barrio
Su nombre era José
Salles, hijo de importantes tenderos de Canelones, negocio que él continuó
hasta que cumplió los cincuenta años de edad, donde según dicen tuvo una revelación
que lo llevó a seguir esa vida peregrina. Recorrió el Uruguay a pie, descalzo y
en forma solitaria, acompañó a enfermos en los hospitales, no aceptaba
limosnas.
Fue un ejemplo de vida sacrificada
y de entrega que le hizo ganar el cariño de cuantos le conocieron. Estuvo
viviendo un tiempo en Mercedes, se bañaba en el rio Negro todas las mañanas
tanto en invierno como en verano, a veces se le veía nadando sin importarle el
clima.
Cuando le daban algún alimento,
comía algo y luego lo guardaba en el morral, para darlo a quien lo necesitara
más que él, si le daban carne para cocinar, hacia lo mismo, lo entregaba para
que un pobre se hiciera algo caliente para alimentarse. Se vestía con una túnica verde,
de ahí el nombre con que se le conocía “Dios verde”, en las manos llevaba
siempre la Biblia y un palo largo, que se semejaba a un peregrino, para
apoyarse al andar, en el invierno llevaba una capa azul. Su cabello canoso y
largo, lo mismo la barba… que le daban un aire de sabio o profeta. Llevaba su
mensaje a todas partes, todo el mundo lo conocía.
Se comenzó a ver por la
década del treinta y según decía "me
sostiene la fe y el amor" Se hablaba de él en Maldonado, Punta del
Este donde llegó para criticar el despilfarro y la vida ostentosa. Era valorado
por su vida austera y hasta quijotesca. Una de sus frases era "evitar el camino de la perdición”,
predicaba con el ejemplo. Enseñaba la biblia por calles y caminos, leía y
memorizaba extensos párrafos para asombro de quienes le oían. Rechazaba la
iglesia, decía que Dios ahí no estaba, que lo encontrarían afuera del templo. Atacaba
los vicios ya sea los juegos de azar, como a los hombres que concurrían a los
bares de copas. Criticaba a las mujeres que provocaban pintadas y con
vestimentas ajustadas.
Allá por los cincuenta
tuve el gusto de verlo, había mucho revuelo cuando iba por la Unión y cuando
pasaba por Propios, la calle donde yo vivía, venía con cantidad de chicos detrás
que lo seguían hasta que se alejaba, lo escuchaban, se burlaban pero se
palpitaba una mezcla de respeto y temor en todos ellos.
Nos llamaba la atención su aspecto con su túnica
larga y sus cabellos y
barba blancos. Las señoras le hablaban también, él les contaba de donde venía
y hacia donde pensaba ir, ellas le entregaban el alimento que podían darle para
continuar su camino, sin saber que pronto pasarían a otras manos como siempre
hacía.
Dicen que falleció por
los años setenta, no se sabe dónde ni como sucedió pero fue un personaje muy emblemático
por eso lo traigo entre mis recuerdos..
Yo lo conocí. El pasaba de tarde por Justo Maeso, que termina en Propios, por los
ResponderEliminaraños 50. Hablaba en voz alta como un predicador. Iba descalzo con su túnica. Algunos niños lo molestaban y el les tiraba piedras. Sebastián Dominguez
Interesante comentario. Sabran que fallecio en la ciudad de Mercedes donde tambien fue sepultado.y Su tumba es visitada aun POR gente de todas Las edades. Y se cuenta que era un excelente hombre de fe y usado POR Dios.
ResponderEliminarFallecio el 20 agosto del 1970
ResponderEliminarYo lo conocí en el barrio del tu el paso varias veces pirla casa de mis abuelos donde conversaba y predicaba .luego seguía caminando por la ruta 2. Camino alas chacras .vestía túnica blanca y una manta que cruzaba por su espalda y caminaba e ocasión descalzo .o con unas franciscana .Lo tengo así en mi memoria y vi via en un casita que la municipalidad le había hecho acotado del club remeras a metros. De donde esta su tallado en el eucalitus.
ResponderEliminarEl maestro José salles (dios verde) falleció en mercedes 1970 de un bronquio espasmo....
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