Escritores Creativos Experimental de Malvín
Nedy Varela
El
hombre tenía un problema, no era como todos los mortales que tienen una sombra
única. El hombre tenía cinco sombras.
El
mediodía duraba poco, pronto se ponían
de manifiesto esas prolongaciones oscuras y siniestras (según decían los
vecinos) que lo seguían a todos lados.
Verlo
venir caminando aterrorizaba al pueblo. Algunos le gritaban :¡ahí viene el
pulpo!
Otros
se reían de él, muy pocos lo miraban con una tristeza extraña.
Sólo
una de las sombras obedecía los movimientos de Fermín (así se llamaba este
hombre multi sombra). Cuando él se sentaba, la sombra obediente se arrollaba a
sus pies, cuando caminaba trataba de seguir el paso, moviendo las mismas
piernas oscuras, derecha e izquierda, según el caso y cuando estornudaba la
sombra se ponía la mano delante de la cara como corresponde.
Pero
algo sucedía con el resto de las sombras, parecían tener vida propia.
Si
Fermín caminaba con la cabeza gacha y los brazos al costado del cuerpo, una de
las sombras iba meneando la cabeza, otra levantando los brazos, la otra los
giraba como un remolino y la otra iba saltando detrás de él.
Verlo
venir caminando, era como ver venir una manifestación rara y bastante
desorganizada.
Sólo
la noche ponía paz en su camino y era el único momento en que Fermín tumbado en
la cama sonreía recordando haber formado parte de los quintillizos más
rozagantes que habían nacido en un pueblo alejado en España, aunque nunca más
había vuelto a ver a sus cuatro
hermanos.
Nedy
Varela .Cuento que integra libro colectivo
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