Responsable: Mónica Marchesky

Seguidores

domingo, 5 de julio de 2015

FANTASMAS EN ACCIÓN

Escritores Creativos Biblioteca Ernesto Herrera
Águeda Gondolveu

El viejo castillo conservaba muy poco de su antiguo esplendor. Enclavado en lo alto de una montaña, con el mar rugiendo a sus pies, presentaba un aspecto tétrico. Las ventanas salidas de sus goznes golpeaban contra la apolillada madera de sus marcos, las puertas batían sin cesar los embates del viento que se colaba por las abundantes aberturas y el piso rechinaba como si pasaran por él, pies de distintos tamaños. Sin embargo, no estaban del todo aislada, pues, a prudente distancia, se hallaba unja residencia que estaba habitada por humanos dueños, unos simpáticos ancianos que se habían negado a abandonarla.

La familia Wilson, compuesta por el matrimonio y su vieja ama de llaves, salió del destartalado ropero donde dormían para hacer sus correrías nocturnas. Era medianoche, los truenos retumbaban y las luces que se encendían en el cielo eran las delicias de estos fantasmas, antiguos habitantes del castillo.

Utilizaban las deshilachadas cortinas para cubrir sus siluetas difusas y se asomaban como siempre a la ventana. Sentían el placer de asustar a la Sra. Smith, su cercana vecina, puesto que, a raíz de la tormenta, su casa permanecía a oscuras.

Su marido como de costumbre se acostaba tranquilamente, pero la señora encendía una vela y su luz titilante hacía que mirara cada vez con más terror hacia el castillo y viera danzar tres figuras apenas insinuadas rodeadas por multitud de murciélagos, también habitantes del castillo posados sobre sus cabezas. No podía dejar de mirar hacia allí y a ello se agregaba el sonido estrepitoso de las ollas que a modo de improvisado tambor, hacían batir para acrecentar el temor de la buena señora.

La desdentada loca del ama de llaves, sonreía con deleite de ver que una vez más, los coches policiales se marchaban de la casa de enfrente, convencidos sus conductores de que la pobre Sra. Smith estaba tan vieja que no podía dejar de delirar.

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario