Escritores Creativos Biblioteca Ernesto Herrera
DISPARADOR:
¿QUE HACIAS AYER POR
CALLE 18 DE JULIO VESTIDA DE REINA?
PARTICIPANTES
Myriam Gesto
Elsa Freire
Cristina Bossio
Agueda Gondolveu
Sonia Martínez
Rosa Cimbler
Teresa Escandell
Susana Maly
María del Pilar Leivas
Salí de mi castillo
pensando en pasear por los hermosos parques que lo rodean. Di la vuelta
alrededor del bosque de pinos, atravesé
los jardines florales. Llegué al manso y agradable lago de aguas verdes.
A pesar del miedo que me provoca alejarme tanto del castillo, decidí atravesar
el puente sobre el lago. Siguiendo una juguetona ardilla que guiñándome el ojo
me invitó a pasear, me sorprendí parada en medio de la calle 18 de julio y
vestida de reina.
Nunca me había alejado
tanto de los apacibles dominios reales y el encontrarme sorpresivamente en ese
lugar, hizo que al instante acudieran a mi memoria las advertencias que tantas
veces había escuchado en labios de mis preceptores. En ese momento, las frases
que una y otra vez en el transcurso de mi vida había escuchado hasta el hastío,
asaltaron mi mente.
De la nada, apareció un
barco pirata de gran porte, sus velas al viento, desafiante. Para mí era una
clara señal de querer emprender aventuras, con voluntad de surcar las aguas
desconocidas, y con un claro convencimiento de avanzar e ir lejos.
Atravesé el asfalto y a uno de los pozos que
lo circundan, enfilé la proa y me dispuse a disfrutar de los fuertes vientos
que lo impulsaban. Subí hasta la
cubierta del barco. Vi cientos de hermosos peces de colores. La marea estaba
alta y se me mojó el vestido. ¿Qué diría al regresar al palacio?
Se me ocurrió narrar lo
vivido aportando detalles de los maravillosos lugares donde había anclado mi
barco. Sin duda, mi frondosa imaginación me permitía vivir momentos increíbles
que deseaba compartir con mis afectos.
Mi sorpresa fue mayor
cuando la ardilla se convirtió en un apuesto caballero que me invitó a subir a su carruaje y me llevó a
pasear por los jardines y ver las bellas rosas y las fuentes que ahí había, de
pronto se sintió una orquesta tocando un vals y me encontré bailando entre sus
brazos.
El abrazo en torno a mi
cintura se hizo más fuerte, el apuesto caballero no era otro que el poderoso
mago del que siempre sentí temor. Este golpeó el piso con su pie, la tierra se
abrió y me encontré internándome en sus profundidades, vi resplandecer allí un
jardín que supuse de piedras preciosas, alrededor de un palacio majestuoso pero
ya no sentí temor, me invadió una sensación de regocijo que no supe a que
atribuir.
-¡Mmmmm.........!
¿De dónde viene ese delicioso aroma a café recién hecho que me envuelve? ¡Y a
tostadas calentitas!
-¡Ana
Sofía! ¡Despierta que es tarde, tienes el ensayo general! ¡Puedo alcanzarte
hasta El Galpón,
Desayuna y ve vestida
con tu traje de reina, así no pierdes tiempo! Recuerda que mañana es el estreno
y por las vacaciones de julio, ya se han agotado las entradas
-¡Ya
voy Mamá!
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