Responsable: Mónica Marchesky

Seguidores

lunes, 25 de julio de 2016

UN CRUCIFIJO ROTO

Escritores Creativos Casa de los Escritores del Uruguay

Stella Duarte
            
No entendía cómo podía ser tan fanático y a la vez tan incrédulo. Lo veía siempre solo, escondido en los últimos bancos de la iglesia. Lo esperaba cuando salía, le decía: “que no estuviera más con esa bobada, que era por mal comido que tenía esas alucinaciones”
            Me pasaba el día juntando monedas para compartir con él y comprar el vino y los refuerzos, que era para lo único que nos alcanzaba.
            Aunque lloviera e hiciera frío, siempre estaba en la vereda pidiendo monedas a los viejos que llegaban a la iglesia; pero ya estaba cansada. A la vez esperaba que un día se le fuera esa idea y terminara con esa pavada, que no lo dejaba en paz.
            Todo comenzó el día de los difuntos, que realmente “se hace plata”. Yo me tomé unos vinos y en eso empezó a hablar de que dios lo había castigado, que no tenía salvación, que no se iba a juntar con su madre.
            Él había tomado mucho y o no le daba bola y ahí salió el tema: que su madre le había dejado solo un crucifijo…éste en pedo es imbancable -pensé-, pedo religioso, jaja. Y siguió diciendo: que por eso estaba todo el día en la iglesia, y el crucifijo además, estaba roto.
            Yo le dije: ¡Mirá si vas a hacerte problemas con lo linda que es la vida!




No hay comentarios:

Publicar un comentario