Escritores Creativos Biblioteca Ernesto Herrera
Al Mar
Las cuatro amigas nos
pusimos de acuerdo con el nuevo disparador. Quedamos en parejas para
realizarlo. Yo quedé pensando que no conocía ninguna de las fobias y llegué a
la conclusión de que no iba a escribir. Durante la semana me acompañó un
extraño sentimiento de culpa. Necesitaba expresarme.
Recuerdo cuando
comenté: ¿Dendrofobia? ¿Qué es eso? Donde yo mejor me puedo inspirar es debajo
de los árboles.
Unos dos días atrás,
mirando los estantes con artesanías de otros países que traía mi esposo de sus
habituales viajes de negocios, recordé al Erero;
un hombrecito indígena risueño cargado de bolsas que en la región de los Andes
lo consideran el guardián personal más popular para la buena fortuna y la
abundancia. Un chamán lo pasa por humo sagrado para que se cumplan todos los
pedidos de la persona que lo posea.
En diferentes mudanzas
el pequeño habitante desapareció. Luego reparé en la pareja de Quechuas. No sabía su significado. El hombre
sentado con los brazos apoyados sobre las rodillas. La mujer a su lado con los
brazos en forma de vasija y una víbora sobre la cabeza simbolizando un tercer
brazo. A su lado un mapuche de madera que con cierto movimiento exhibía su falo
erecto.
Dos lechuzas en su
inmóvil poder de observación atentas a todo movimiento. Esta ave rapaz fue
considerada en la cultura europea un animal demoníaco de la noche. Fue en la
antigua Grecia que por su cabeza más grande y los ojos al centro se la
consideró la imagen de la sabiduría como lo era la diosa Atenea.
A la izquierda
contemplé el tapiz del dios de la Medicina, el Tumi. Recapacité y pensé: si estos objetos eran recuerdos o habían
llegado para librarme de desconocidas fobias.
Hice un recorrido por
la casa y conté más de veinte de ellos que tenían un significado relacionado
con el disparador. En la maceta de la disciplinada tengo recostadas a ella dos
herraduras. Estas me acompañan desde la niñez. Me las dio mi abuelo Pedro.
Poseía varias en el galpón donde almacenaba los toneles de roble.
Su poder místico
protector de los ganados es mayor por el número de clavos que llevan, siempre
son siete en cada herradura. La práctica se remonta a más de quinientos años.
En Rutland (Inglaterra)en el castillo de Oakham existe la exposición más extraordinaria de ellas.
En el dormitorio, no
había tenido en cuenta el capturador de sueños. Colgaba del modo del soporte
que sostiene las cortinas. Simula una tela de araña que oficia de trampas para
atrapar sueños desagradables. Contiene elementos de la naturaleza como madera,
cuero, plumas que ayudan al vuelo de los sueños buenos para que lleguen a la
persona que duerme. Una pequeña semilla simboliza a la araña y varias piedras
posiblemente sueños atrapados.
Una leyenda indígena de
los Ojibwas de Norteamérica sostiene que en el aire de la noche el viento
empuja para penetrar los dos sueños, que pasan por la tela de araña. Los malos
se enredan en ella sin poder salir pereciendo a la luz del alba.
Hace ya tiempo,
caminando por la Peatonal Sarandí, observé que se propagan cada vez más,
centros de venta de toda clase de amuletos de origen mineral.
Entré al comercio a
observar la gran variedad de piedras semipreciosas, sin resistir la tentación
de obtenerlas. No voy a extenderme en su significado, pero me hice de: ámbar
negro, con inmenso poder en la Edad Media, lapislázuli, bello mineral azul
intenso, cornalina, esmeralda, jade, hematites, rodocrosita, zafiro, ágata,
aguamarina, obsidiana, ojo de tigre, variedad de cuarzo contra el mal de ojo,
granate, ónice, turquesa o piedra turca.
Creo que algunas más
cuyo nombre no recuerdo. Para que tengan intacto su poder, es necesario
lavarlas cada tanto, colocándolas en vinagre y en agua; secarlas y exponerlas
al sol para insertar energía en ellas.
Es posible que mientras
las piedras aumentaban la energía yo la iba perdiendo con tanto ajetreo. De ellas
solo queda un cuarzo rosa que representa el amor.
Cierto escozor me
recorrió al ver que la lista seguía cuando me vino a la memoria que cuando
niñas, buscábamos afanosamente tréboles de cuatro hojas para colocarlos en los
libros de cuentos. De ellos conservo los dos más pequeños. El trébol irlandés
es de tres hojas y aparece como amuleto precristiano de los celtas en Gales. Luego
fue aceptado por los cristianos como símbolo sagrado para convertir al País al
Cristianismo demostrando que las tres hojas representan a la Santa Trinidad.
Solo nombraré la Cruz de Anj , amuleto egipcio o “símbolo
de la vida”, anterior a era cristiana en muchos siglos. El ojo azul de Turquía, protector del infortunio en general con la
presencia del ojo y el color azul. El hueso
de la suerte, formado por las clavículas del pollo o pavo en Navidad. Se dejan
secar durante tres días, al cabo de los cuales se tira en dirección opuesta
cada uno de los huesos con un pensamiento alegre. Supe esto mucho después que
mi padre me invitara a tirar de uno de los codos. Cuando se rompió, yo quedé
con la parte mayor. Él me dijo: -¡Te gané! ¡Te gané!, sin saber qué había
ganado. El ajo, tradición que se
remonta a más de dos mil años. Desde Europa al Lejano Oriente. En muchas
viviendas se cuelga todavía ristras de ajos.
Por último un signo que
ha sido tan manchado como la antigua svástica. Durante siglos actuó como rueda
de la vida y guardián de las personas que la poseían. En un lapso de pocos y
espantosos años, se convirtió en el símbolo más odiado del mundo tras haber
sido adoptada por Adolf Hitler y sus seguidores Nazis. Tendrán que pasar siglos
para que la svástica recupere su papel originario, presente en diferentes
culturas. En regiones remotas alejadas de la segunda Guerra Mundial, no perdió
su papel protector como en zonas rurales del Tíbet, donde se coloca sobre las
puertas de las viviendas para impedir la entrada de espíritus maléficos.
Al girar desprende de
sus brazos una luz que representa al renacimiento diario de la vida. Friedrich
Krohn, fue el responsable de su introducción en el movimiento nazi. Hitler hizo
que simbolizara el resurgir de la vida Nacional. Uno de los símbolos
protectores más grandes del mundo, se había convertido en el más despreciado.
Todo esto salió a luz
en una pesquisa realizada con el fin de esclarecer el porqué de un libro de
estudios en inglés, perteneciente a mi padre de 1921. El libro montado en cuero
rojo, esgrime en su parte superior el signo de la svástica en dorado.
Son tantas las fobias o
supersticiones que sería imposible definirlas a todas o darse cuenta de cuantas
caben en tus tendencias diarias. Las supersticiones afloran en todas las
culturas del mundo.
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