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domingo, 9 de agosto de 2015

ENSAYO DE CREENCIAS O FOBIAS:

Escritores Creativos Biblioteca Ernesto Herrera

Al Mar

Las cuatro amigas nos pusimos de acuerdo con el nuevo disparador. Quedamos en parejas para realizarlo. Yo quedé pensando que no conocía ninguna de las fobias y llegué a la conclusión de que no iba a escribir. Durante la semana me acompañó un extraño sentimiento de culpa. Necesitaba expresarme.
Recuerdo cuando comenté: ¿Dendrofobia? ¿Qué es eso? Donde yo mejor me puedo inspirar es debajo de los árboles.

Unos dos días atrás, mirando los estantes con artesanías de otros países que traía mi esposo de sus habituales viajes de negocios, recordé al Erero; un hombrecito indígena risueño cargado de bolsas que en la región de los Andes lo consideran el guardián personal más popular para la buena fortuna y la abundancia. Un chamán lo pasa por humo sagrado para que se cumplan todos los pedidos de la persona que lo posea.
En diferentes mudanzas el pequeño habitante desapareció. Luego reparé en la pareja de Quechuas. No sabía su significado. El hombre sentado con los brazos apoyados sobre las rodillas. La mujer a su lado con los brazos en forma de vasija y una víbora sobre la cabeza simbolizando un tercer brazo. A su lado un mapuche de madera que con cierto movimiento exhibía su falo erecto.

Dos lechuzas en su inmóvil poder de observación atentas a todo movimiento. Esta ave rapaz fue considerada en la cultura europea un animal demoníaco de la noche. Fue en la antigua Grecia que por su cabeza más grande y los ojos al centro se la consideró la imagen de la sabiduría como lo era la diosa Atenea.

A la izquierda contemplé el tapiz del dios de la Medicina, el Tumi. Recapacité y pensé: si estos objetos eran recuerdos o habían llegado para librarme de desconocidas fobias.
Hice un recorrido por la casa y conté más de veinte de ellos que tenían un significado relacionado con el disparador. En la maceta de la disciplinada tengo recostadas a ella dos herraduras. Estas me acompañan desde la niñez. Me las dio mi abuelo Pedro. Poseía varias en el galpón donde almacenaba los toneles de roble.
Su poder místico protector de los ganados es mayor por el número de clavos que llevan, siempre son siete en cada herradura. La práctica se remonta a más de quinientos años.
En Rutland (Inglaterra)en el castillo de Oakham existe la exposición más extraordinaria de ellas.
En el dormitorio, no había tenido en cuenta el capturador de sueños. Colgaba del modo del soporte que sostiene las cortinas. Simula una tela de araña que oficia de trampas para atrapar sueños desagradables. Contiene elementos de la naturaleza como madera, cuero, plumas que ayudan al vuelo de los sueños buenos para que lleguen a la persona que duerme. Una pequeña semilla simboliza a la araña y varias piedras posiblemente sueños atrapados.

Una leyenda indígena de los Ojibwas de Norteamérica sostiene que en el aire de la noche el viento empuja para penetrar los dos sueños, que pasan por la tela de araña. Los malos se enredan en ella sin poder salir pereciendo a la luz del alba.
Hace ya tiempo, caminando por la Peatonal Sarandí, observé que se propagan cada vez más, centros de venta de toda clase de amuletos de origen mineral.

Entré al comercio a observar la gran variedad de piedras semipreciosas, sin resistir la tentación de obtenerlas. No voy a extenderme en su significado, pero me hice de: ámbar negro, con inmenso poder en la Edad Media, lapislázuli, bello mineral azul intenso, cornalina, esmeralda, jade, hematites, rodocrosita, zafiro, ágata, aguamarina, obsidiana, ojo de tigre, variedad de cuarzo contra el mal de ojo, granate, ónice, turquesa o piedra turca.
Creo que algunas más cuyo nombre no recuerdo. Para que tengan intacto su poder, es necesario lavarlas cada tanto, colocándolas en vinagre y en agua; secarlas y exponerlas al sol para insertar energía en ellas.

Es posible que mientras las piedras aumentaban la energía yo la iba perdiendo con tanto ajetreo. De ellas solo queda un cuarzo rosa que representa el amor.
Cierto escozor me recorrió al ver que la lista seguía cuando me vino a la memoria que cuando niñas, buscábamos afanosamente tréboles de cuatro hojas para colocarlos en los libros de cuentos. De ellos conservo los dos más pequeños. El trébol irlandés es de tres hojas y aparece como amuleto precristiano de los celtas en Gales. Luego fue aceptado por los cristianos como símbolo sagrado para convertir al País al Cristianismo demostrando que las tres hojas representan a la Santa Trinidad.

Solo nombraré la Cruz de Anj , amuleto egipcio o “símbolo de la vida”, anterior a era cristiana en muchos siglos. El ojo azul de Turquía, protector del infortunio en general con la presencia del ojo y el color azul. El hueso de la suerte, formado por las clavículas del pollo o pavo en Navidad. Se dejan secar durante tres días, al cabo de los cuales se tira en dirección opuesta cada uno de los huesos con un pensamiento alegre. Supe esto mucho después que mi padre me invitara a tirar de uno de los codos. Cuando se rompió, yo quedé con la parte mayor. Él me dijo: -¡Te gané! ¡Te gané!, sin saber qué había ganado. El ajo, tradición que se remonta a más de dos mil años. Desde Europa al Lejano Oriente. En muchas viviendas se cuelga todavía ristras de ajos.

Por último un signo que ha sido tan manchado como la antigua svástica. Durante siglos actuó como rueda de la vida y guardián de las personas que la poseían. En un lapso de pocos y espantosos años, se convirtió en el símbolo más odiado del mundo tras haber sido adoptada por Adolf Hitler y sus seguidores Nazis. Tendrán que pasar siglos para que la svástica recupere su papel originario, presente en diferentes culturas. En regiones remotas alejadas de la segunda Guerra Mundial, no perdió su papel protector como en zonas rurales del Tíbet, donde se coloca sobre las puertas de las viviendas para impedir la entrada de espíritus maléficos.

Al girar desprende de sus brazos una luz que representa al renacimiento diario de la vida. Friedrich Krohn, fue el responsable de su introducción en el movimiento nazi. Hitler hizo que simbolizara el resurgir de la vida Nacional. Uno de los símbolos protectores más grandes del mundo, se había convertido en el más despreciado.
Todo esto salió a luz en una pesquisa realizada con el fin de esclarecer el porqué de un libro de estudios en inglés, perteneciente a mi padre de 1921. El libro montado en cuero rojo, esgrime en su parte superior el signo de la svástica en dorado.


Son tantas las fobias o supersticiones que sería imposible definirlas a todas o darse cuenta de cuantas caben en tus tendencias diarias. Las supersticiones afloran en todas las culturas del mundo.

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