HELADERO

Escritores Creativos Biblioteca Ernesto Herrera

Susana Maly

¡Heladeeeroooo!! La miércoles como pesa esta conservadora, las tiras de agarre me están cortando los hombros, que maldición  y encima la arena, me matan los lugares donde no está firme y se me entierran los pies, menos mal que cuando llega una ola más cerca me los moja.

-Ya voy señora, tengo de limón, sándwich de crema frutilla y chocolate y solo crema, dos?  Son 80$. Gracias.  Menos mal que algo estoy vendiendo ¡que solazo! Benditos sean los niños, pero los míos nunca piden nada, saben que no nos podemos permitir extras. ¡Extras! Unos míseros helados.

¡Heladeeeroooo, helaaadooos ¡ Como toma sol la gente, parecen lagartos, y yo penando por un poco de sombra, y bue ser pobre es eso, aguantarse y laburar. Y esa mujer de allí que se está poniendo en el cuerpo, parece un fantasma con la piel blanca, ah  ya  se, protector solar que le dicen, están ociosos, tal vez porque tienen plata para estar al cuete.

-Voy nena, de que querés, si de frutilla son los sándwiches, cuestan 40$. Menos mal que pronto termino el turno, creo que antes de entregar me busco un lugar de sombra y me fumo un porro, por suerte lo traje armado de casa, haber si mi cabeza se tranquiliza.

Como me gustaría no tener que hacer más nada que nadar un poco y no pensar, pero no puedo, siempre hay  cuentas que pagar hijos que alimentar. Bueno mala suerte o buena porque al menos puedo trabajar aunque sea vendiendo helados.  Ahh, que  buena está el agua y que azul el mar, si por lo menos pudiera venir a pescar.

Helaaadeeeroooo!!!