Escritores Creativos Biblioteca Ernesto Herrera
Un personaje observa algo por el ojo de la cerradura
Susana Maly
La antigua
mansión se encontraba retirada de la calle, rodeada de hermosos jardines y
arbustos que la mantenían fuera del alcance de la vista de los paseantes.
Rosales,
arbustos de lilas entre otras flores inundaban el aire de perfumes, aunque era
temprano en la mañana, el sol ya se dejaba sentir en esa primavera. Tenía que
reunirme con el dueño de casa pero me encontraba algo cohibido ya que no
conocía a nadie del lugar.
Subí los escalones
de mármol blanco y me acerqué a la puerta. Era de madera noble, doble hoja,
tallada de forma tan hermosa que quedé asombrado
contemplándola.
Sin atreverme a
llamar me incliné observando por el ojo de la cerradura. Vi lo que me pareció
una sala de estar, un piso de baldosas con intrincados dibujos en color marfil
y verde. Sombras extrañas se dibujaban
con movimientos que supuse provocados por cortinas, movidas por el viento que entraría
por algún ventanal abierto
Esta sala se
prolongaba en un largo pasillo que terminaba en una puerta ventana y así me permitía ver algunos árboles al fondo. Pero no había
notado a la derecha un sillón mejor dicho una pequeña parte y alguien sentado,
aunque no lograba divisar todo el
cuerpo, el brazo y la mano visible que gesticulaba por momentos se veía muy
delicada.
No lograba
escuchar las voces pero intuía que el diálogo sería ameno, no había tensión en
los movimientos. Supuse otra vez que
alguna cortina se agitaba, ya que
el reflejo del sol provocaba extraños
reflejos en el piso de la sala.
De una puerta
alejada que daba al pasillo, salió un hermoso gato gris, con una esponjosa
cola, éste se acercaba a la sala con un orgulloso andar, pero la visión del
animal fue interrumpida por un hombre que se encaminó hacia la puerta desde la cual atisbaba. Apenas tuve tiempo de ponerme de pie,
retroceder un poco y fingir que recién
llegaba cuando esta se abrió.
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