Escritores
Creativos Biblioteca Ernesto Herrera
Rosa Cimbler
Victoria Arboleya, su
mamá Juanita y sus siete hermanos viven en Villa Albina, departamento de
Treinta y Tres.
El pueblo cuenta
con más de setecientos habitantes y se
asienta sobre un terreno de un poco más de quinientos metros de altitud.
La familia Arboleya
vive humildemente. Ya hace cuatro años que el padre falleció. Juanita debió
incrementar su horario de trabajo para lograr un ingreso mayor, que junto a una
pequeña pensión de su esposo, le permitiese vivir dignamente.
Se desempeña como
doméstica de una familia adinerada que le hace sentir su aprecio y reconoce el
esfuerzo que hace por salir adelante. Cuando llega a su hogar, agotada por las
horas de labor, trata de no transmitir desesperanza, por el contrario busca
colmar de ternura a sus niños.
Es conciente que debe
apoyarlos hasta verlos convertidos en adultos responsables, capaces de asumir
un destino independiente.
Victoria, de tan solo
nueve años es la hermana mayor. A diario debe cabalgar siete km para llegar a
la escuela. Lo hace sin protestar. Su madre le ha inculcado desde pequeña el
amor por los libros. Su cara se ilumina cuando contempla las brillantes páginas
de colores a la vez que lee y relee las historias contenidas en ellos. En la
escuela Nº 24 a la cual concurre asisten apenas treinta alumnos.
Alicia, la maestra es
una joven con una vocación férrea y un amor hacia los niños, que se refleja en
su rostro bondadoso. Su trabajo no solo compete al área curricular sino que
abarca también talleres con padres, labores de huerta con los niños y cría de
animales domésticos.
¡Tan diferente a la
labor de un maestro urbano! ¡Qué sensación de plenitud la invade cuando siente
que su tarea le ha granjeado no solo el amor de sus educandos, sino también de
padres y vecinos!
Su esposo la apoya y
ayuda cuando puede. Se desempeña como Jockey, un trabajo tan arriesgado como
emocionante. Esto lo obliga a viajar por diferentes hipódromos del país. Los
caballos son su vida, ha establecido con ellos una relación de empatía difícil
de explicar con palabras.
Alicia, ha prometido a
sus alumnos que aquel o aquella que realice la mejor exposición escrita sobre
el tema: Desafíos de un Jockey, podría
visitar junto a ella el mejor hipódromo del país. Mejor aún, el viaje se
extenderá también a un acompañante.
Victoria está muy
interesada, sabe a ciencia cierta que su maestra la ha felicitado por sus
tareas de expresión en múltiples oportunidades.
Dentro de su cabeza
cuatro palabras repiquetean de continuo ¿Por qué a mí?
También Estela, su
mejor amiga, Ignacio y Martín aspiran al premio. Llega por fin el día en que se
develará el nombre del ganador.
-Quien me acompañará a Maroñas es…¡Victoria! –dice la
maestra con voz firme y segura.
La cara de la niña
resplandece de alegría.
-¡Gracias señorita Alicia! Mi madre se pondrá feliz.
-Además decidimos con la Inspectora que también tus hermanos
podrán venir, así que, ¡a prepararse! Nos vemos este lunes ya que el martes 6
de enero, no solo visitaremos el hipódromo de Maroñas, que se corre la carrera
más importante del año: José Pedro Ramírez, sino que también conoceremos
museos, playas y parques de la capital.
Serán tres días
maravillosos. Nos hospedaremos en la Colonia de Vacaciones ubicada en la Rambla
de Malvín. Sin duda, una experiencia inolvidable para la familia Arboleya y en
especial para la hacedora de este milagro, la pequeña Victoria.
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