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miércoles, 6 de mayo de 2015

UN AMANECER

Escritores Creativos Biblioteca Ernesto Herrera

Susana Maly

Caminé parte de la noche para escaparle al calor agobiante del día. Al llegar a la vieja  y abandonada estación de trenes, busqué un lugar adecuado donde dormir, un hueco debajo del andén fue el ideal.

Ni pensé en las alimañas que podría haber, es más creo que me las hubiera comido ya que hacía días que no veía nada más que algunas frutas silvestres por ahí y por allá pero nada que corriera o volara.

El momento preciso en que me dormí no lo recuerdo, pero mi despertar fue sorpresivo por la intensidad de la luz del amanecer. Eran rojos violentos  seguidos de grises, naranjas y violetas. No se oían piares y ni los normales vuelos matutinos de las aves. Es más, no lo había tenido en cuenta hasta ese momento pero no encontré ni mariposas ni cigarras ni ningún otro insecto, ni un sonido normal y propio del campo.

Además, lo que no había percibido en la noche  era la vegetación con grandes hojas y flores de un olor nauseabundo desconocidas hasta ese momento. 
Dentro de toda esa maraña escuché algo que se movía cautelosamente, eran pasos indecisos. Permanecí  inmóvil  observando el lugar de donde partían. Sentí  miedo pero aún así me abalancé hacia el movimiento de hierbas y tomé entre mis manos lo que pensé por un segundo que era un pollo, por fin comería hoy -me dije.

Mis manos resbalaban  sobre un cuerpo escamoso pero lo aferré con fuerza, no quería que escapara .Tenía una cabeza de ave pero con ambos ojos al frente girando en todas direcciones mostrando pánico; trataba de mover sus alas más largas que su cuerpo pero ya lo tenía apresado. Sus patas eran muy cortas terminadas en pequeñas garras.

Sentí  tanto temor frente a tan extraño amanecer, un ave más extraña aún que busqué refugio  donde no llegara la luz del sol y allí quedé entre  dos viejos vagones, sin poder dominar del todo mis temblores. Pero el hambre venció al miedo y allí en medio del silencio a la sombra del tren abandonado, encendí un pequeño fuego para asar tan raro ejemplar.

¿Qué consecuencias sufriría después de lo ingerido?... lo sabría, o no, pasado un tiempo.

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