Escritores Creativos Biblioteca Ernesto Herrera
Susana Maly
Las
miradas acarician y las de él me transportaban a sensaciones increíbles.
Tomábamos un café cuando al observar sus manos
fuertes, varoniles aunque de largos y de delicados dedos, las sentí
acariciando mi espalda desnuda, mis muslos, todo mi cuerpo y un escalofrío de
placer anticipado me estremeció y me sentí
humedecer.
Supe
que al mirarme, adivinó mis sentimientos y tomando mis manos temblorosas entre
las suyas, oprimiéndolas me dijo:-¿nos vamos?
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