Escritores Creativos Experimental de Malvín
PARTE I
Daniel Garderes
Y si, no queda ninguna
duda que la coordinadora estaba volando cuando redactó este disparador.
¿Para dónde disparar?
¿Para la ciudad de los grandes rascacielos con ascensores? ¿Para las muchachas
tímidas que al fin no son tales? ¿Para la extranjería? ¿O para Hong Kong?
Elijo seguir achacando
a la coordinadora de desvarío.
Esa muchacha nunca
viaja en ascensor. Porque vive en una casa de planta baja, en medio del campo,
dedicada a tareas rurales.
¿Y en las noches? Vaya si
con el cansancio que tiene puede hacer otra cosa que dormir. Sí, tiene razón en
lo de tímida. Porque el estereotipo de la mujer rural es de timidez.
También acierta en lo
de extranjera, porque es afrodescendiente y está viviendo en Frayle Muerto,
aquí en nuestro país. Aunque, si Eva era africana, todos seríamos
afrodescendientes y extranjeros en Frayle Muerto.
Pero esta muchacha es
excepcional y eso no se menciona para nada. Excepcional porque solo existe en
mi imaginación, esa muchacha nació por obra de esas palabras. Existe porque soy
subjetivista; creo en que el mundo que conocemos lo creamos en nuestra mente.
Nuestra mente: ¿será autómata para crear el mundo a su antojo? Ese es otro
cantar.
Y también por eso puedo
darle un final a la historia muy de acuerdo a lo que dice a su término de
frase.
La muchacha se cansó,
vendió su casa, su campo y se fue a vivir a Hong Kong.
PARTE II.
Quien la encuentra en
el ascensor piensa que es una muchacha extranjera y tímida. Pero ella por las
noches, si pudieran verla, cambiarían de opinión.
Deja su carácter tímido
de lado, asume el papel que cree más adecuado a la tarea a realizar y se
enfrenta a la realidad valientemente.
Como todo extranjero,
tiene que disimular las reacciones que provoca entre la gente a su alrededor.
Las diferencias con los lugareños son notorias, aunque deberían ser
naturalmente aceptadas por todos. Pero siempre esa aceptación estará supeditada
al condicional: deberían.
En lo suyo es muy
capaz. Todos lo reconocen. Enseña español en una escuela especializada en
idiomas foráneos. Durante el tiempo de clases todo se desarrolla sin problemas,
las personas que la rodean la tratan con deferencia y afecto, obteniendo
gratificantes momentos.
La noche, cuando es
otra la realidad a enfrentar, la obliga a cambiar su actitud. Pero no es solo
la noche, son los personajes que en ella habitan y con los que debe convivir,
los que imponen cambios.
Debe caminar por
barrios oscuros, con gente que no habla su idioma, que tienen costumbres que no
conoce bien y donde ella es lo diferente.
Hacer las compras, eso
tan simple, se transforma en tarea difícil.
Claro, está en China,
todo es diferente. Y no es fácil adecuar toda su persona a ese tremendo cambio
social que significó el alejamiento de su ciudad y su afincamiento en China.
Últimamente la ronda
una idea atrayente. ¿Y si va a residir en Hong Kong? Queda cerca de su actual trabajo
y con transporte fluido entre ambos; y la vida luego de la labor diaria sería
más parecida a su vida anterior.
Sí. Ahora vive en Hong
Kong.
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