Escritores Creativos Biblioteca Ernesto Herrera
Desperté
a media mañana. El día estaba nublado y ventoso
Bebí café y comprobé que el dinero estuviera en su
escondite
¨El Elogio de la
Nieve¨. Hugo Burel
La traición
Susana Maly
Sintió que había dormido demasiado, ya era media
mañana. La mala noche pasada había sido la
culpable. No paró de pensar y dar vueltas en la cama; ¿realmente confiaban o era una manera de tenerlo controlado a él y
al dinero?
Era
un día ideal, nublado y ventoso, así, si
salía con bufanda al cuello y la capucha del abrigo levantada no llamaría la atención. Terminó de beber el
café y sin recoger la taza, abrió la puerta, la cerró con cuidado y salió a la
calle.
Sus
pasos lo llevaron hasta un locker de la estación de trenes cercana, del cual
tenía una llave desde hacía tiempo. Allí había guardado el dinero del robo del
viernes anterior. Había sido un robo limpio,
sólo habían forzado la cerradura de la entrada esa noche y debido a una larga
práctica, uno de los ladrones había abierto la caja fuerte sacando todo el dinero.
Se
habían separaron rápidamente y él se quedó con la mochila y con todo lo robado.
De inmediato la guardó en el locker donde ahora comprobaría que estaba todo en
su lugar bien escondido, nadie sospechaba. Ese
lugar solo lo conocían sus socios en el
robo y él…ya buscarían el momento y lugar adecuado para repartirlo.
Escuchó
pasos a su espalda pero no se preocupó,
quién iba a sospechar que en esa mochila
había tanto dinero. Se parecía a tantos
viajeros que usaban los lockers para guardar pertenencias.
No
pudo pensar nada más, sintió dolor, un fuego helado penetró en sus riñones, sus
rodillas se doblaron y cayó al piso. Rápidamente las figuras a su espalda se
alejaron con la mochila, comentando con sorna uno de ellos
-Les dije que era un lugar seguro, ahora el reparto
será perfecto.
Nadie
vio nada, el hombre caído en el suelo se desangraba lentamente. Con su último
aliento alcanzó a murmurar: no fue un
buen escondite…
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