Escritores
Creativos Biblioteca Ernesto Herrera
Desperté a media mañana. El día estaba nublado y
ventoso
Bebí café y
comprobé que el dinero estuviera en su escondite
¨El Elogio de la Nieve¨. Hugo Burel
María Teresa
Escandell
María estaba de
vacaciones en la costa, cuando recibió la llamada por el teléfono móvil de su
hijo Lucas, que le decía que se iba de la casa, que había recaído, que lo
perdonara por todo y no le dio tiempo a hablar.
Ni siquiera quiso terminar
el café, se tomó el primer bus a su casa, pensando que aún estaría allí.
Abrió la puerta y ya en el escondite no había nada de dinero,
no lo podía creer, ¿cómo sabía que estaba ahí?
La vecina, le golpeó la
puerta y le dijo que le faltaba la bicicleta y le habían dicho que lo vieron a él salir con ella del edificio…quedó sin
palabras.
Lo llamó al celular y
no le contestó, salió correo de voz, ya lo habría vendido- se dijo-. Su casa
estaba sucia y faltaba ropa y otras cosas que no pudo precisar en el momento.
Hacía más de dos años
que trabajaba y había empezado a estudiar con mucho interés, pero también había
encontrado a sus "amigos" nuevamente y le costó poco seguirlos.
Estuvo hasta fines del
invierno en situación de calle,
parando en plazas y haciendo algún dinero por hurto o de cuida-coches para
seguir consumiendo; aunque sabía que la droga lo estaba matando, no podía salir
de eso. Cuando se veían, ella le compraba comida y le llevaba algo de ropa
usada para que se cambiara.
Un día lo golpearon muy
fuerte y fue a parar al hospital, no podía caminar de tanto dolor, también había
adelgazado mucho. Cuando le dieron el alta lo llevó al refugio de donde se había
escapado.
Ella desde la vez
anterior siguió yendo a los grupos de familiares de adictos para poder ayudarlo
y no desmoronarse aunque sabía que era
un camino lento y difícil.
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