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sábado, 12 de septiembre de 2015

EL HOMBRE QUE QUERÍA SER BUEN HIJO

Escritores Creativos Biblioteca Ernesto Herrera
Ejercicio de personaje secuindario frustrador.
María Teresa Escandell

Juan está ordenando sus apuntes para comenzar a estudiar ya que pronto tiene el examen que le ha quedado para dar.
Sus padres están muy enojados con él ya que no entienden su dificultad para cursar esa materia; su padre es contador público y esperaban verlo seguir para esa área.
Estaban planeando un viaje a Europa y conocer la tierra de sus abuelos pero Juan sabe que si no salva, no tendrá paseo, se lo habían anunciado.

 El año pasado la salvó con la nota mínima, su madre dice que no se esfuerza, que no presta   atención, está en la luna y que por eso le va como le va, pero no es así. Desde que estaba en Primaria tuvo dificultad para resolver ecuaciones, quebrados, aunque  no para todas las otras tareas.
Habló con un chico de enfrente cuyo apodo es Sono para que lo ayudara a  preparar y le dijo que si, si le prestaba la bicicleta
-Si te la presto, porque no me dejan salir. ¿Te espero mañana?
-Voy a las ocho.
Estaba contento porque quizás lo lograría, aprovecharía que sus padres iban a trabajar para dedicarse a preparar la prueba con ese vecino que estaba más adelantado. Esa mañana Sono no fue y tampoco le aviso nada, él no quiso molestarlo, llego al día siguiente y le dijo:

-No te pienses que voy a venir todos los días y perder de salir, yo salvé lo mío, total si no salvaste yendo todo el año ni sueñes que vas a aprobarla ahora, así que estás liquidado, es para gente inteligente ¿sabes?
-Pero vos me dijiste que me ibas a ayudar el otro día hasta que te llevaste la bici...
-Invítame a jugar con tus juegos y  después vemos...

Siempre se salía con la suya, que dame esto, lo otro, le hacía gastar dinero de sus padres, eso lo tenía mal. Pasaron los días, sus padres supieron que estudiaba con un chico mayor que vivía enfrente y no se molestaron, todo lo contrario, creían que estaban preparando los temas para el examen
Sono lo desanimaba, le decía que el estudio no era para él y que les mintiera a sus padres que cuando lo reprobaran les dijera que fue muy difícil....así pasaron los días y nada de estudiar.

Juan siempre fue un chico responsable....tenía una hermana mayor que vivía en el campo así que no podía preocuparla  contándole lo que le estaba pasando, pues ella trabajaba, se ocupaba de la casa  y el embarazo la llevaba a maltraer con la presión alta y muchas cosas en la cabeza.  Sabía que estaba en manos de Sono y si le contaba a sus padres, él les iba a decir que les había robado porque ya lo había amenazado.
-Yo no voy a llevar ninguna culpa, esta es tu casa no la mía, si eres tonto es tu problema

Entonces se guardaba todo, sus padres le veían triste y pensaban que estaba nervioso, casi no comía, estaba pálido, además tenía pesadillas y ellos lo atribuían al examen. Sono venía cada vez menos y cuando venía era para exigirle cosas, pasaba por la vereda con la bicicleta y se reía. 
Entonces llegó el día esperado, se levantó temprano se puso el uniforme, desayuno con su padre y salieron juntos. Su padre le deseó suerte, le dio un beso y tomo camino a la oficina.


Juan no volvió a su casa, tampoco había ido al el liceo, nadie lo vio.....

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